Las tardes de fuerte calor el bosque parece vacío. Sus habitantes aprovechan las horas de la noche para moverse: jabalí, zorro, gineta, gamo,etc., llenan de vida el bosque al caer la tarde.
el bosque en el estío
(Para mi amigo Enrique Guilabert)
Ocultos en la espesura
del sotobosque, dormitan
libres algunas criaturas
que los árboles cobijan;
en condiciones tan duras,
pinos, enebros y encinas
les prestan sombra segura
en los días de canícula.
En las horas más oscuras,
que el ambiente dulcifican,
se despiertan con premura
y el bosque llenan de vida.
José
García Velázquez
Segovia,
21 de agosto de 2.017
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