En el ajedrez, como en la vida, hay que estar pendientes de lo nuestro y de lo que puede hacer el contrario, para evitar sorpresas desagradables...
clavada...
Mientras juegas la partida,
nunca la des por ganada
aunque el rival te permita
avanzar como si nada;
a la vuelta de la esquina
puede esperar la celada
y la pieza más movida
puede dejarte clavada...
Esto es igual que en la vida:
una decisión tomada
puede salirte torcida
y dejarte en la estacada.
José
García Velázquez
Segovia,17
de enero de 2.015
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