sábado, 4 de febrero de 2012

Balcones del alma


Preocupados por lo inmediato y lo material, podemos llegar a perder la perspectiva de nuestra vida...
La foto es de MODESTO HERRERA.

BALCONES DEL ALMA

Realidad sublime, inadvertida
para los ojos del hombre moderno,
acostumbrados a distinguir
tan solo lo material.

Me viene a la mente la sentencia
que define la mediocridad
como estar delante de lo más grande
y no saber apreciarlo.

¿Qué hay más grande que el misterio
de un Dios encarnado,
que al decidir su vuelta al cielo
inventa el sacramento de la Iglesia?

¿Qué hay más sublime para el hombre
que saberse por la revelación
capaz de Dios
y parte de su Cuerpo Místico?.

Pero la prisa apremia
y no deja tiempo para la reflexión;
si algo no es mensurable,
no interesa a la ciencia
y se desprecian los valores etéreos
por no ser rentables
para la producción en cadena
que reclama el consumismo.

¡Parad, parad, parad!
Detened el ritmo ansioso
por disfrutar el momento
y abrid los ojos a lo invisible;
¡abrid de par en par los balcones
del alma a lo trascendente!.

José García Velázquez

Segovia, 4 de febrero de 2012

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