Hay veces que después de dedicar toda una vida al trabajo, te despiden sin reconocer el esfuerzo y la dedicación...Así pasó en el caso de esta Auxiliar de Enfermería, cuyo nombre dejo sin poner.Ella tiene el original del poema...
DESPEDIDA INJUSTA...
La vida siempre entregada
con empeño y con dulzura,
para cuidar a la infancia
en esas horas tan duras
en las que la enfermedad
hace sufrir a los niños
de manera singular
y necesitan más mimos.
Años y años compartidos
-en la boca una sonrisa-
nunca son años perdidos
cuando los males alivia
el buen hacer silencioso
y el tesón profesional
que en momentos dolorosos
se agradecen mucho más.
Siempre fue gran compañera,
disponible y servicial,
de médicos y enfermeras
y de todo el personal,
que con cariño recuerdan
a ... cuando trabajaba
y que quizá no comprendan
que ahora dejen que se vaya.
Aunque se oculten los frutos
y no se vea recompensa,
aunque el mundo no sea justo
cuando el esfuerzo no aprecia,
tenemos como seguro
si hemos hecho lo mejor
que pervive en el futuro
lo que hicimos con amor.
José García Velázquez
Segovia, 19 de junio de 2008
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