La vida en el hogar de Nazaret debía de transcurrir con normalidad absoluta; eso sí: con inmenso cariño.
ESCENA COTIDIANA
Es un día cualquiera,
no un día singular;
una pequeña aldea
comienza a despertar
cuando el cielo clarea
y la noche se va.
Humo en la chimenea,
fuego en el lar:
es la vida que empieza
en este humilde hogar.
Mientras José se asea,
María va a llamar
a Jesús, que se queda
en cama un rato más.
Puedes ver esta escena:
van a desayunar
y luego a la faena,
que hoy hay que trabajar
y los vecinos esperan
que les entreguen ya
los muebles de madera
que fueron a encargar.
Padre e Hijo se esmeran
dando el toque final:
ya está lista la mesa
que terminan de armar.
Jesús a María besa
mientras su padre está
poniendo en la carreta
la carga que ha de atar;
y juntos, con paciencia,
se van a la ciudad
Hijo y padre, que mientras
vuelven a conversar….
José García Velázquez
Segovia, 30 de noviembre de 2007
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