Después de comer, es fácil que nos entre el sopor; aunque, si estamos fuera de casa, a veces es dífícil encontrar un sitio para echar una cabezadita...
“SIESTA DIFÍCIL”
Es la hora de la sïesta
y no te puedes dormir;
mantén la cabeza inhiesta
no se te vaya a partir;
pegas unos cabezazos
que son de los de asustar;
como no tengas cuidado
te vas a decapitar.
Cuando ya estaba pensando
que la siesta iba a hacer agua,
supe que estaba salvado:
¡vi que llegaba la guagua!
José García Velázquez
Las Palmas, 7 de septiembre de 2009
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