viernes, 19 de noviembre de 2010

Fisterra/Finisterre



Hasta el fin de la tierra, Finisterre, se acercan muchos de los peregrinos que van a Compostela y queman allí las ropas que llevaron durante el viaje.
Lugar lleno de simbolismo, aunque ya no de las supersticiones que atemorizaban a los romanos y demás pobladores de estos lugares que se consideraban los confines de la Tierra.

FINISTERRE, DONDE SE ACUESTA EL SOL

Caminando hacia el oeste,
vamos persiguiendo al sol,
que se pierde en Finisterre
cuando en el mar se acostó.

¿Volverá a salir mañana?
¿Tendremos de nuevo luz?
¿O se irá como se marcha,
día a día, la juventud?

Hasta el final de la tierra
caminan los peregrinos
para incinerar sus prendas
donde termina el camino.

Mágicas puestas de sol
atrapan al pueblo celta
que en su mente imaginó
que éste era el fin de la tierra…

Hoy que sabemos que el mundo
es una pequeña esfera,
aún sentimos un profundo
temor cuando el sol se acuesta.

Y volvemos atraídos
por la magia singular
de este lugar tan querido
de Galicia, junto al mar.

José García Velázquez
A6, 11 de 0ctubre de 2.007

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