Los miedos de las hadas

Saliendo de viaje, la imaginación se dispara. Íbamos camino de A Coruña, casi ya anocheciendo, cuando se gestó este poema. Es lo bueno que tiene ir en autobús, que puedes ir escribiendo si llega la inspiración, sin tener que ir pendiente del volante y de la carretera. Bueno: que os guste.
La foto es de PURI.

LOS MIEDOS DE LAS HADAS

Está la tarde nublada.
A lo lejos adivino,
coronando la montaña,
un verde bosque de pinos.
Me imagino que las hadas
pronto se van a acostar,
porque la noche cerrada
las asusta a su pesar:
tienen miedo de los trasgos
cuando salen de sus cuevas
y disfrutan asustando
a las criaturas pequeñas;
tienen miedo de los gnomos
que viven bajo la tierra,
tienen miedo de los ogros
que de niños se alimentan;
tienen miedo de los mouros
cuando escuchan las leyendas
y no salen de su asombro
con lo que de ellos se cuenta…
Según la noche se acerca
crece la imaginación
¡qué pronto la carretera
a lo real me volvió!

José García Velázquez
Provincia de Lugo, 8 de octubre de 2010