Se acercan unos días en los que todos recordamos a nuestros seres queridos fallecidos. Es costumbre la visita a los cementerios y, en una de esas visitas, me encontré con una tumba muy deteriorada, que me inspiró este poema.
Las fotos son de PURI BLANCO.
LA SEPULTURA SE HA ROTO
La sepultura se ha roto
como se rompió la vida,
aunque dejaran escrito
“tus hermanos no te olvidan”.
Vosotros, los que vivís
en los afanes del mundo:
no olvidéis quienes os dieron
su cariño más profundo.
Algunas tumbas con flores
son testigos singulares
de los cuidados, desvelos
y amor de los familiares;
pero otras dan testimonio
de relaciones perdidas,
de hijos que ya fallecieron
o están en la lejanía.
Tú también puedes juzgar
de los afectos ajenos,
y asimilar las lecciones
si vas por el cementerio.
José García Velázquez
Salamanca, 4 de junio de 2007
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