Canciones para un amigo que ya no está

En nuestros viajes a Galicia, conocimos a Antón, un amigo peculiar, que impresionaba de fiero pero era de lo más cariñoso. El tiempo no pasa en balde y Antón se hizo mayor y murió...Todavía le echamos de menos cuando vamos a la casa de sus amos...Para él y para nuestros amigos escribí estos poemas.


CANCIÓN DE MI AMIGO ANTÓN

En verdad mi amigo Antón
no es un cánido cualquiera:
aunque parezca una fiera,
es un perro bonachón.
Su cabeza es de león
y el aspecto de fiereza,
pero todo él es nobleza
y es manso de corazón.
No me ciega la pasión:
es un perro inteligente,
que sabe estar con la gente
y no es exageración.
De carácter juguetón,
si le hago una caricia,
para él es una delicia
y se tumba retozón.
Por medio de un lametón
dejó su firma y señal
de amigo a carta cabal
en mi negro pantalón.
No pienses que es obsesión,
pero te digo contento
que he de volar como el viento
para volver con Antón.

José García Velázquez
Segovia, 18 de noviembre de 2007


CANCIÓN PARA ANTÓN MUERTO

Din-don; din-don…
mientras dan las horas
los viejos relojes,
se ha marchado Antón
y se siente sola
la casa y sus moradores.
Din-don; din-don…
La casa vacía
y al hueco que deja
al marcharse Antón,
viaja mi poesía
llena de tristeza.
Din-don; din-don…
fuera, en el jardín,
haga sol o llueva,
ya no ladra Antón
ni va a recibir
a amigos que llegan.
Din-don; din-don…
Quienes le quisieron
traen, evocadores,
lo mejor de Antón:
recuerdan sus juegos
y sus lametones.
Din-don; din-don…
Suenan las campanas
en el cielo de los perros,
recibiendo a Antón
que hace su entrada
pausado y sereno.
Din-don; din-don…
Alegres y tristes,
las campanas suenan
y el bueno de Antón,
mientras le reciben,
su cola menea.

José García Velázquez.
Segovia,15 de enero de 2008